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El olor a Verde. Me encanta el olor a Verde. Me aleje del bullicio de gente que corría de un lado a otro huyendo de la lluvia, (creo que nunca entenderé esa reacción de la gente, ¿Por qué huyen? Es solo agua) y me dirigí a Mi sitio. En realidad, Nuestro, más bien tuyo. Pero bueno, no creo que te importe que lo siga usando. Me senté cómodamente sobre la hierba y me dispuse a buscar algo interesante. Alguien interesante. Pasee la mirada distraída entre la serie de rostros que se iban sobreponiendo encima de las imágenes diluidas que quedaban de las caras de los que acababan de pasar. Y entonces apareciste tú.
Eras tan normal, tan típico, tan… corriente. Y supongo que eso fue lo que llamó mi atención la primera vez que nos conocimos. Que no fueses diferente. Hay tanta gente que lo es, que en mi opinión el hecho de serlo ya es algo común. Tarde poco tiempo en darme cuenta de quien eras. Te hubiera reconocido en cualquier parte, la verdad. No hizo falta ni que me mirases. Sabía como lo harías. Directamente a los ojos, como siempre.
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